Es una de mis cremas favoritas, bueno, todas las verduras en crema me apasionan. Esta vez, ha tocado con guisantes congelados, pero con frescos, maravilla. Una crema ideal para hacer en cualquier momento. Sobre todo cuando vas con poco tiempo, ya que la preparas en un plis plas y seguro que tienes todos los ingredientes que necesitas en casa. Anímate a probarla, te va a encantar
Crema de guisantes
Necesitarás
Topping
Cómo hacer crema de guisantes
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Lava y pica la cebolla en trocitos. En una cazuela, rehoga la cebolla con la cucharadita de aceite de oliva virgen extra y cuando empiece a ablandarse, añade la patata pelada y troceada. Rehoga un par de minutos más.
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Incorpora los guisantes congelados y cubre con el caldo vegetal o con agua. Cuando empiece a hervir, añade un poco de sal y pimienta negra molida (al gusto). Baja a fuego medio y deja que hierva suavemente durante 15 minutos.
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Antes de triturar, quítale un poco del agua de cocción. Reserva ese caldo por si luego quieres añadirle un poco hasta ajustar la textura que más te guste.
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Tritura y pasa la crema por un pasapurés o chino si la quieres más fina. Y ya esta lista nuestra cremita verde.
Notas
- Usa caldo en vez de agua. Si cocemos los ingredientes en caldo de verduras (que podemos guardar cuando cocinemos alguna verdura como judías verdes...) o un caldo suave de pollo, enriquecemos mucho más la crema porque cogerá todo el sabor del caldo. Eso sí, siempre debe ser un caldo suave.
- Quita casi todo el caldo antes de triturar. Muchas veces lo que me ocurría es que trituraba todo recién cocido y la textura salía como una "sopa", entonces es mejor quitar y luego agregar poco a poco el caldo
- Usa algún lácteo para dar cremosidad. Podemos usar nata, leche evaporada o queso de untar, así como mantequilla. Esto aportará textura y cremosidad a nuestra crema
